Por Yuridia Torres

Enlace original / El Economista

 

Actualmente, el pasivo en pensiones es de 120% del Producto Interno Bruto, de esta cantidad, 81% corresponde al pago de retiro de servidores públicos, lo que refleja la iniquidad del sistema de retiro en México, afirmó Francisco Miguel Aguirre Farías.

 

El actuario, autor del libro, Pensiones… ¿Y con qué?, destacó que el problema financiero que padece el país, principalmente, es el pago del retiro de funcionarios públicos, debido a que son personas que se jubilan entre los 25 y 30 años de antigüedad laboral y con salario completo.

 

Para Francisco Miguel Aguirre Farías, es urgente que las autoridades implementen reformas a los modelos de pensiones; por ejemplo, aumento en la edad para jubilarse, en los años laborales, además de poner topes al monto de pensión.

 

—¿Por qué es tan alarmante 
el panorama actual y futuro 
de las pensiones?

 

Primero es alarmante de forma social y desde el punto de vista humano porque la mitad de los mexicanos no va a tener pensión, y por que las personas que están dentro del régimen de 1997 recibirán pensiones equivalentes a 30% de su último salario; entonces, probablemente más de 70% de esos mexicanos tendrá una pensión por abajo del salario mínimo.

 

En segundo lugar, es alarmante desde el punto de vista financiero porque, si estimamos el pasivo contingente del país y del valor presente de las pensiones, nos vamos a 120% del Producto Interno Bruto pero, de ese porcentaje, 31% corresponde al IMSS, asegurador que da servicio a 15 millones de mexicanos, y 89% corresponde a los servidores públicos, que son alrededor de 5 millones de personas.

 

—¿Cómo se generó este 89 por ciento?

 

Fundamentalmente porque casi en todos los sistemas de servidores públicos, sobre todo para la generación actual, la gente se puede jubilar entre los 25 y 30 años de servicio, se pensionan a los 45 y 50 años de edad, mientras que la gente se retira en los 65 o 60 años en el caso del IMSS.

 

Por otro lado, en el caso del IMSS, las personas no se pensionan con el salario completo, y los servidores públicos sí, en la mayoría reciben el total de su último salario, además de aguinaldos y crecimiento a las pensiones igual que a los salarios de los trabajadores en activo.
Hay muchas variables que influyen en el costo de los sistemas de pensiones de los servidores públicos.

 

—¿Qué opina de las reformas a los sistemas de pensiones que se han realizado en los últimos años?

 

Yo digo que en 1997, cuando se reformó el IMSS, reformamos a los pobres o amolamos más a los amolados. Los mismos líderes sindicales están conscientes de que, para salvar al país y a sus propias pensiones, es necesario reformar los esquemas de pensiones de los servidores públicos.

 

Un dato relevante es que ya gastamos 8% del Presupuesto de Egresos de la Federación en subsidiar a sistemas ya quebrados, monto adicional a las aportaciones que se contemplan en el presupuesto. En menos de 20 años, esta cantidad llegará a 14 por ciento.

 

—¿Qué tipo de modificaciones tendrían que implementar para enfrentar y eliminar los pasivos en pensiones?

 

Si lo vemos desde el punto de vista aislado, lo que tienen que hacer es mover las edades de jubilación, los años de antigüedad para jubilarse, el sueldo pensionable, los topes a las pensiones y realizar mayores aportaciones. Pero, si lo vemos como política de Estado, debe hacerse un plan más ambicioso; por ejemplo, establecer una pensión mínima pero universal.