por Óscar Mario Beteta

Enlace original / Milenio

 

En sus más de 220 años de vida política independiente, con comicios presidenciales regulares en los que ha predominado el bipartidismo republicano-demócrata, la elección del presidente número 45 de Estados Unidos el próximo 6 de noviembre solo tiene una certeza: seguirá gobernando la oligarquía.

 

Si Barack Obama se reelige o Mitt Romney lo sucede, el capitalismo continuará imperando en la potencia número uno del planeta, donde se lo ha hecho pasar, y desde donde se lo ha impuesto como una democracia en todo el mundo con un enorme éxito.

 

En la historia de la disputa del poder en EU, la alternancia entre los partidos Republicano y Demócrata fue importante solo hasta hace algunos años porque uno representaba la oligarquía democrática y otro la democracia oligárquica.

 

Aquélla implicaba la entronización-representación del capital en toda su expresión; o sea, políticas de beneficio máximo para los detentadores de grandes fortunas, si bien no excluía a la sociedad. Unos ganaban mucho; otros obtenían algo. Ésta, en cambio, procuraba un mayor bienestar social sin satanizar a la élite económica.

 

Republicanos y demócratas son casi lo mismo. Su diferencia es de matices. El gobierno y Estados Unidos se ostentan como la democracia perfecta con el partido que los encabece.

 

Obama puede terminar o seguir. Ha tratado de gobernar bien. Empero, 1 por ciento de la población controla 40 por ciento de la riqueza nacional y del ingreso generado en el primer año de la “recuperación”, acaparó 93 por ciento (Moyers).

 

Por su caudal, Romney pertenece al 1 por ciento de los oligarcas de EU. Según el Center for Responsive Politics, en 2010 un diputado poseía 5.9 millones de dólares y un senador detentaba 13.1 millones.

 

Hombres más ricos no ocupan cargos públicos, pero tienen a “sus” representantes trabajando para ellos. Igual que en México y que en otros países.

 

Así, pueden ganar Obama o Romney. Será lo mismo. Seguirán en su línea histórica de reproducir el sistema que ha imperado por más de dos siglos. Esa es la naturaleza de Norteamérica. Por eso no es dable esperar otra cosa.

 

Desde George Washington, con él mismo para empezar, en EU ha habido 15 reelecciones desde 1789. Y si Bill Clinton (1993-2001) y George W. Bush (2001-2008) protagonizaron las últimas, quizá con Romney el capital se sienta mejor por ser, genuinamente, uno de los suyos.

 

SOTTO VOCE

 

Exitosa, la presentación del libro Pensiones… ¿Y con qué?, de Francisco Miguel Aguirre Farías… Atinada, la designación de Alfonso Brito en Comunicación Social de la ALDF. Aun así, su capacidad y experiencia lo proyectarán en breve a nuevas responsabilidades.