por Pablo Chávez Meza

Enlace original / El Financiero

 

En pasivos contingentes por seguridad social, 120% del PIB: Aguirre Farías.
Sin embargo, si no se hacen los cambios, en los próximos 14 años este porcentaje podría llegar a 20 por ciento, advirtió Francisco Miguel Aguirre Farías, autor del libro Pensiones… ¿Y con qué?

 

En el marco de la presentación de su libro, el actuario comentó que el país está corriendo muchos riesgos, desde el punto de vista financiero, por el pago de subsidios con recursos públicos a sistemas pensionarios que “ya necesitan subsidios”.

 

Indicó que por cada punto que se avance en el pago de estos subsidios, se están quitando puntos a otros programas sociales como educación, seguridad o salud, además de que será un tema que estará frenando la economía de alguna manera.

 

En entrevista con EL FINANCIERO, detalló que gran parte de esta preocupación está concentrada en el rubro de servidores públicos, donde de 120 por ciento del PIB de los pasivos contingentes por concepto de seguridad social, 31 puntos son del IMSS asegurador y los otros 89 puntos son de sistemas de pensiones de servidores públicos.

 

Esos 89 puntos son lo que cuestan seis millones de servidores públicos, mientras que los 31 puntos son lo que cuestan los 14 millones de mexicanos que están afiliados al IMSS.

 

“De alguna manera se puede decir que cada millón de mexicanos en el IMSS cuesta dos puntos porcentuales, mientras cada millón de servidores públicos cuesta 15 puntos porcentuales”, dijo.

 

Aguirre Farías dejó en claro que no es culpa de los servidores públicos, pues es algo que ya tienen ganado, que se negoció en su tiempo y que la ley lo permite, pero el problema es que hoy se pueden jubilar entre los 25 y 30 años de servicio.

 

Eso, apuntó, implica que los servidores públicos se estarán jubilando entre los 45 y 50 años de edad con el 100 por ciento de su sueldo y con incrementos salariales, por eso “son sumamente caros esos esquemas”. Mientras que, por el otro lado, están los trabajadores afiliados al IMSS, quienes a diferencia de los servidores públicos, sus pensiones serán menores; se estima que sean de 30 por ciento de su último salario, y muy probablemente 70 por ciento de los trabajadores esté por debajo de un salario mínimo.

 

Aunado a ello, existe el problema social, donde está 50 por ciento de los mexicanos que no tienen pensiones y que probablemente sí cooperen para pagar el sistema pensionario de los servidores públicos. Por eso, dijo, una solución sería tener un esquema de pensión universal no contributiva para todos los mexicanos que cumplan determinada edad o que se invaliden o fallezcan, puedan tener una pensión.

 

También, diseñar un marco normativo para los servidores públicos que establezcan qué se puede hacer y qué no en los sistemas que dependen de los fondos públicos.

 

Presentan libro

 

Anoche se llevó a cabo la presentación de su libro, el cual detalla que, desde el punto de vista de la seguridad social, existen tres tipos de mexicanos:

 

Quienes no cuentan con un sistema de pensiones y representan aproximadamente 50 por ciento de la PEA; los afiliados al IMSS, que constituyen 35 por ciento de la PEA y, a su vez, se dividen en quienes están amparados por el esquema de beneficio definido de 1973 y quienes se rigen por la ley de 1995.

 

Estos últimos se encuentran bajo un esquema que considera el sistema de cuentas individuales y que, en términos generales, no recibirán una pensión digna.

 

Finalmente, están los afiliados a los sistemas de pensiones para servidores públicos, cuyos esquemas son inviables financieramente, lo que obliga a concretar reformas para adecuar sus prestaciones.

 

El libro busca conscientizar a la gente en general de la necesidad de hacer una reforma al sistema pensionario del país, que permita la creación de un modelo nacional de pensiones que haga portable todos los beneficios de los trabajadores si se cambian de un esquema a otro.